Saluda D. Ángel Montealegre

Un año más llega San Isidro, la celebración en la que todos los alcazareños nos reunimos para pasar un día de convivencia, en el que compartimos la devoción con las acciones propias de una jornada de fiesta.

La época del año es la ideal para disfrutar de un día al aire libre donde lo religioso se mezcla y une con lo lúdico, en una armonía tal que es difícil encontrar la separación entre ambos aspectos de una celebración, de un mismo sentir.

En una localidad como Alcázar en la que la agricultura es una de las actividades tradicionales, la veneración a San Isidro es profunda y en las casas de nuestros vecinos se espera con ilusión esta fecha, en la que los rituales se repiten desde hace años: La misa, la procesión y la posterior celebración en el cerro, en donde todos nos reunimos a comer, beber y compartir vivencias y deseos.

Y es que nuestro pueblo es un lugar donde las tradiciones se conservan con el celo de los que son conscientes que somos el fruto de nuestra historia, los alcazareños estamos orgullosos de nuestros orígenes que nos han hecho caminar con paso fuerte hasta la época actual.

Conscientes de este sentir, desde el Ayuntamiento hemos apoyado a la hermandad que tanta ilusión y devoción pone en la organización de los actos que componen esta fiesta. Este año va a ser un poco especial para ellos, ya que estrenan casa de hermandad, un deseo que por fin se ha hecho realidad y en el Ayuntamiento estamos encantados de haber podido contribuir a que se haya podido materializar, cumpliendo con nuestro compromiso de apoyar a los distintos colectivos de nuestro pueblo.

Y es que hay que reconocer el gran esfuerzo que realiza todos los años la hermandad de San Isidro para que todos podamos disfrutar de esta jornada de diversión y encuentro.

Desde el Ayuntamiento, y desde el área de Festejos os invitamos a que participéis un año más en esta jornada que tiene mucho de festivo pero también simboliza la importancia que tiene para los alcazareños revivir sus tradiciones.